La idea de viajar por carretera con niños pequeños puede parecer una propuesta abrumadora pero la realidad es que será una experiencia agradable.
Presentarle el mundo a los niños pequeños es una experiencia extremadamente gratificante. Se valora el tiempo que están juntos tiempo juntos y también se disfruta compartiendo con ellos la aventura de un viaje. Por supuesto, no siempre es fácil. De hecho, a veces viajar con niños pequeños puede ser todo un reto y eso es parte de lo que lo hace tan satisfactorio.
Como un caminante de montaña que llega a la cima después de horas de dolorosa escalada, la recompensa no es sólo la vista en la cima o la capacidad de decir «lo hice». La recompensa es la preparación y el viaje en sí, con los momentos inesperados que hay en medio.
Los viajes por carretera hacen que el viaje sea una aventura, el destino es secundario. Los viajes por carretera son una manera maravillosa de pasar tiempo juntos como familia, viajar con un presupuesto limitado y ver mucho del campo.
Cómo viajar por carretera con niños pequeños
Aquí están las razones por las que debes tener en cuenta los viajes por carretera para tus próximas vacaciones con la familia y las maneras de hacerlo posible.
Elige tu propia aventura
Ya sea que conduzcas 100 o 2,000 kilómetros, tienes control total sobre a dónde vas y cómo llegar hasta allí. Estar en un vehículo te permite ver el campo y visitar lugares que normalmente no visitarías. La aventura está en los lugares más inesperados.
Durante un viaje por carretera tienes la libertad de visitar cualquier atracción que desees. Puedes salir de la carretera para ver cascadas, lagos, ríos, montañas y miradores. Esto nunca lo podrías hacer viajando en autobús o en tren.
Una de las cosas buenas de los viajes por carretera es que cada día es diferente. Cada mañana trae nuevos paisajes, nuevas ciudades, nuevas atracciones y nuevas habitaciones de hotel. Esto es excitante para los pequeños y para los padres, porque cada día se convierte en una nueva aventura. También significa que puedes cambiar el itinerario en cualquier momento si encuentras algún lugar mejor que visitar.
Los horarios no son importantes
Una de las partes más estresantes de los viajes con niños pequeños es tener un horario de partida. No importa lo bien que lo planees, siempre te parecerá que vas a llegar atrasado al viaje. Empacar, alimentar, limpiar, vestirse – no son pocas las cosas que hay que hacer antes de salir de la casa. Los aviones y los trenes no esperan a las familias impuntuales, así que a menudo se empieza «el proceso» varias horas antes de la hora de salida.
Los viajes por carretera te permiten ir a su propio ritmo, eliminando el estrés innecesario de los horarios de salida estrictos. En el viaje por carretera puedes tener un itinerario establecido con actividades planificadas para cada día. Pero, a medida que vayan pasando los días, lo más seguro es que cambies el itinerario, ya sea añadiendo o quitando paradas.
Otra cosa buena de los viajes por carretera es que puedes retrasar tu hora de salida y dejar que las cosas sucedan naturalmente. Si quieres pasar más tiempo en una atracción turística, no hay problema, tómate tu tiempo. Este es tu viaje, así que tú tomas las decisiones.
Ahorrar dinero en vuelos
Cuando viajas con niños pequeños, los gastos en los billetes de avión vuelo se multiplican. Aunque el niño tenga menos de dos años, no se quedará quieto por más de dos minutos por lo que lo mejor es comprar un asiento para él y que pueda tener algo de espacio para jugar y para dormir.
Comprar vuelos para una familia no es barato. De hecho, encontrar el dinero para pagar los vuelos es a menudo la mayor limitación que impide a las familias jóvenes viajar. Al eliminar este gasto, puedes estirar el presupuesto de viaje, lo que te permitirá viajar más y más lejos.
Comenzar un viaje por carretera desde tu propia casa te permite utilizar tu propio vehículo, por lo que eliminas los costos de alquilar uno y añadir un seguro.
Tener un vehículo también te da la libertad de quedarte en hoteles o en alquileres de apartamentos que se encuentran fuera del centro de la ciudad, con lo que puedes ahorrar mucho dinero en el precio del alojamiento y del aparcamiento nocturno (no pases por alto el coste del aparcamiento en el centro de la ciudad ¡puede ser muy caro!).
Viajar más a menudo
Al ahorrar dinero en costosos pasajes aéreos, podrás hacer viajes familiares más veces. Los viajes por carretera no siempre tienen que ser aventuras épicas a campo traviesa que toman semanas en completarse; a veces una escapada de fin de semana a unas pocas horas de casa es algo maravilloso.
Los grandes viajes a destinos exóticos o a islas tropicales remotas a veces pueden parecer inalcanzables cuando uno se ve atrapado en la rutina diaria de criar a sus hijos, pero eso no significa que el viaje tenga que detenerse. Piensa en algunos destinos a unas 3 o 4 horas en coche de tu casa y que «siempre has querido visitar» pero nunca has encontrado el momento de hacerlo. ¿Por qué no hacer de esa ciudad/playa/parque nacional tu próxima aventura?
Empaqueta lo que quieras, no lo que necesites
Viajar con niños pequeños significa que ya no podrás viajar con un equipaje ligero, así que empacar puede ser una experiencia bastante estresante. ¿Llevo el corralito y/o la silla alta portátil?
Empacar para un vuelo nos obliga a tomar decisiones difíciles sobre lo que es esencial y lo que hay que dejar atrás. Los niños pequeños son impredecibles, por lo que es ideal tener suficiente ropa y juguetes. Viajar en tu coche te permite llevar esos artículos de «por si acaso».
Toma descansos según lo necesites
¿Recuerdas tu primer vuelo largo? ¿Tuviste un momento de «sácame ya de este maldito avión»? Lo más seguro es que te hayas sentido bastante incómodo después de varias horas de vuelo.
Los niños no son diferentes. Necesitan descansar de la silla, estirar las piernas y respirar aire fresco. El problema es que a los niños pequeños les cuesta entender por qué no pueden levantarse y caminar o bajar del avión y es algo que no es fácil de explicarle. Los viajes por carretera te permiten reducir la velocidad y tomar tantos descansos como necesites, lo que hace que el viaje sea mucho más agradable para todos.
La rutina es importante, así que trata de hacer todo lo posible para conducir largos tramos durante las horas de la siesta. Cuando los niños se duerman, aprovecha y trata de adelantar camino lo más que puedas.
Lleva tu propia comida y ahorra dinero
Viajar en tu coche te permite parar en una tienda de comestibles y comprar los alimentos necesarios.
Lleva una pequeña nevera en el coche y llénala con comida para que no tengas que depender de los restaurantes. Si comen 2-3 veces al día en restaurantes y cafeterías, los gastos se acumularán rápidamente. Al comprar comestibles en las tiendas ahorras tiempo y dinero y podrás hacer picnics en parques al azar, lo que siempre es divertido.
Si viajar en familia es importante para ti, entonces una solución fantástica es cargar el coche y disfrutar del viaje por carretera con tus niños pequeños.