Tbilisi, capital de Georgia, es una ciudad multicultural, famosa por sus baños termales, que cada día visitan más turistas. Los viajeros al llegar quedan fascinados por su historia, su cultura y su belleza.
Es de admirar el casco antiguo bellamente conservado con calles empedradas y edificios impresionantes con balcones adornados; muchos parques espaciosos, calles anchas, espacios de artistas eclécticos y cafés funky; una arquitectura moderna y a veces futurista.
Qué visitar en Tbilisi en 1 día
Deambula por el casco antiguo. Mira la iglesia Metekhi con su estatua ecuestre gigante del rey Vakhtang Gorgasali con vistas al río Mtkvari. Aquí es donde el rey construyó su palacio cuando hizo de Tbilisi su capital en el siglo V. (La leyenda dice que fundó Tbilisi mientras cazaba y descubrió los baños de azufre, pero aquí existía una ciudad mucho antes de que él llegara). Él sólo lo revivió.) El sencillo edificio de ladrillo en forma de cúpula es muy popular entre la población local.
Desde allí camine a través del puente, hacia los famosos baños de azufre, una colección de edificios con cúpulas de ladrillo con baños subterráneos. Estos baños ayudaron a hacer famosa a Tbilisi, ya que se dice que las aguas ayudan a aliviar los síntomas en pacientes crónicos, como el dolor artrítico o la mala circulación sanguínea. Antes había 63 de estos baños en Tbilisi, pero ahora sólo quedan unos pocos.
Estas termas se extienden a ambos lados de un pequeño río que las alimenta y luego serpentea a través de un cañón que se puede seguir hasta la sorprendente cascada de azufre de Dzveli Tbilisi. Allí, el sonido de la ciudad se desvanece y uno se siente más como si estuviera en un parque nacional que en una capital nacional.
Camine un poco más y encuentre la entrada al gigantesco Jardín Botánico Nacional de Tbilisi, donde hay una tirolina; varias cascadas; ríos para nadar los que, cuando están altas las temperaturas son utilizados por los lugareños; senderos para caminatas, plantas del Himalaya, muchas flores y jardín japonés.
Desde allí se llega a la Fortaleza de Narikala, que domina el horizonte. Data del siglo IV y fue en su día una ciudadela persa. La mayoría de las murallas fueron construidas en el siglo VIII, pero en 1827 una explosión de munición rusa almacenada allí lo destruyó todo. Los acantilados y las ruinas ofrecen las mejores vistas de toda la ciudad. Se puede ver a kilómetros de distancia, que es probablemente la razón por la que se eligió el sitio para la ciudadela.
Explore los museos de historia de la ciudad. Recomiendo el Museo Nacional de Georgia, que tiene una exposición detallada sobre la historia del país; la Casa Museo Conmemorativa Nikoloz Baratashvili, que alberga materiales relacionados con la vida y obra del poeta romántico, muebles de época, instrumentos musicales folclóricos, pinturas y mucha historia sobre la Georgia del siglo XIX; y el Museo David Baazov, que habla de la historia judía en Georgia.
Tbilisi es una ciudad llena de actividad. Una ciudad de arte e historia, de disfrute, de una buena energía que parece decir: «Vengan a disfrutar de la buena vida y del vino. No te preocupes por las cosas».
