Girona está situada al norte de Barcelona, en la Costa Brava, que no es tan popular como la Costa del Sol o como las Islas Baleares. En la Costa Brava no hay muchos turistas y es relativamente tranquila. Es una región hermosa, pintoresca y llena de hermosas costas que merecen más publicidad.
La ciudad de Girona está habitada desde antes de los romanos. Después del colapso del Imperio Romano, la ciudad fue gobernada por una interminable lista de reyes y príncipes a lo largo de los siglos. Girona ha sufrido muchos asedios y ha sido capturada varias veces en su historia.
Uno de los más famosos de estos asedios comenzó en mayo de 1809 cuando la ciudad fue rodeada por las tropas napoleónicas hasta que la enfermedad y el hambre la obligaron a rendirse en diciembre. De hecho, pude ver una recreación de una de las batallas de este asedio mientras estaba allí. Fue un gran espectáculo ver a todo el mundo disfrazado, y a diferencia de las recreaciones en Estados Unidos, te pusiste «en el campo de batalla» con todo el mundo. Toneladas de personas se mezclaron con los recreadores y tomaron fotos en el campo. También significaba que los cañones y las armas se acercaban a mí.
La Girona de hoy en día está llena de abundante comida, bares baratos y sinuosas calles empedradas en las que puede pasar horas comiendo, bebiendo y caminando.
Cosas que ver y hacer en Girona
Coma un helado en Rocambolesc
Los tres hermanos Roca son considerados algunos de los mejores chefs del mundo. En Girona, Jordi Roca, el hermano menor, dirige esta heladería con una decoración muy llamativa. Aquí puede disfrutar de helados con sabores muy interesantes, varios sorbetes que pueden ser cubiertos con bayas, algodón de azúcar, caramelos, frutas, crema batida, salsa de chocolate, fudge, y mucho más. Cuando lo descubra, seguro que pasa más de una vez.
Monasterio de Sant Pere de Rodes
Uno de los más antiguos de Europa, este gran monasterio se encuentra fuera de la ciudad pero es fácil llegar en autobús o en coche. La iglesia es un gran ejemplo de arquitectura románica.
La Catedral de Girona
Una catedral espectacular, el interior incluye una enorme nave gótica, según cuentan es la segunda más ancha del mundo después de la Basílica de San Pedro en el Vaticano. La construcción se inició en el siglo XI y no se terminó hasta el siglo XVIII. Está justo en el centro de la ciudad.
Caminar por la muralla
Girona solía estar rodeada por una vasta muralla medieval destinada a mantener alejados a los ejércitos hostiles. Esa muralla fue destruida hace siglos, pero se puede pasear por una versión reconstruida que rodea el centro histórico de la ciudad y ver todos los principales puntos de interés.
El Museo de Historia de la Ciudad
El museo de historia de Girona hace un buen trabajo al explicar la compleja y a menudo turbulenta historia de la ciudad.
Excursión de un día a Figueres para ver a Dalí
A una hora de Girona (puede hacer este trayecto en tren) se encuentra el museo Dalí de Figueres. Dalí es una figura importante en esta comarca, ya que nació en Figueres, aunque vivió en la localidad costera de Cadaqués la mayor parte de su vida. En el museo de Figueres se pueden encontrar algunas de las obras de arte y estatuas surrealistas más famosas de Dalí.
El Barrio Judío
En el siglo XII nació una floreciente comunidad judía que terminó en 1492 cuando los judíos fueron expulsados de España. Hoy en día, el Barrio Judío es uno de los lugares históricos mejor conservados de Europa, con casas y fachadas centenarias en perfecto estado. El Museo de Historia de los Judíos se fundó en el año 2000 en la antigua sinagoga y en su patio central se puede ver una gran Estrella de David en el suelo.
Girona es un lugar para conocer la región catalana sin las hordas de turistas de la cercana Barcelona. También es una buena puerta de entrada a las comarcas de la Costa Brava, con sus pueblos, su famoso litoral y su acceso a los Pirineos.
